Estados Unidos sumó a tres empresas más a una lista que prohíbe las importaciones de empresas presuntamente implicadas en el trabajo forzoso de uigures en China.
Los últimos objetivos son el fabricante de calzado Dongguan Oasis Shoes Co, el fabricante de aluminio electrolítico Xinjiang Shenhuo Coal and Electricity Co y el procesador de alimentos Shandong Meijia Group Co, también conocido como Rizhao Meijia Group, dice el aviso del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por su sigla en inglés).
“A través de estas acciones, el DHS está incrementando su atención sobre el marisco, el aluminio y el calzado -sectores que desempeñan un papel importante en la economía de Xinjiang- y garantizando que los bienes fabricados con trabajo forzoso se mantengan fuera del mercado estadounidense”, dijo el departamento en un comunicado separado.
Decenas de empresas han sido incluidas en la Lista de Entidades de la Ley de Prevención de los Trabajos Forzados en Uigur, que restringe la importación de productos relacionados con lo que el Gobierno estadounidense ha calificado de genocidio continuo de las minorías en la región occidental china de Xinjiang.
Funcionarios estadounidenses afirman que las autoridades chinas han establecido campos de trabajo para uigures y otros grupos minoritarios musulmanes en Xinjiang. Beijing niega cualquier abuso.
Cuando se le pidió que comentara la última medida estadounidense, el portavoz de la embajada china, Liu Pengyu, calificó las acusaciones de trabajos forzados en Xinjiang de “nada más que una mentira atroz propagada por las fuerzas antichinas y una herramienta de los políticos estadounidenses para desestabilizar Xinjiang y contener el desarrollo de China”.
Al referirse a la Ley de Prevención del Trabajo Forzado Uigur, añadió que “no sólo vulnera gravemente los derechos humanos de la población de Xinjiang, sino que desestabiliza las cadenas industriales y de suministro mundiales y sabotea las normas del comercio internacional”.
En 2021, el presidente Joe Biden firmó la Ley de Prevención del Trabajo Forzado Uigur. Supone que cualquier producto procedente de Xinjiang puede estar manchado por el trabajo forzoso; los importadores tienen que demostrar lo contrario para que esos productos entren en Estados Unidos.
En abril, el Parlamento Europeo aprobó normas para bloquear las importaciones a la Unión Europea de productos fabricados con trabajo forzoso (es probable que entren en vigor en 2027). La situación en Xinjiang animó a los redactores: las importaciones de la UE procedentes de la región ascendieron a 641 millones de dólares en los cuatro primeros meses de este año, un 721% más que en el mismo periodo de 2016, antes de que un gran número de personas empezara a entrar en los campos.
Estas barreras legales al comercio relacionado con Xinjiang son un dolor de cabeza para muchas empresas. En 2022, James Cockayne y otros investigadores de la Universidad de Nottingham elaboraron un informe titulado “Making Xinjiang sanctions work”. En él se calculaba que el polisilicio fabricado en Xinjiang, ingrediente clave de los paneles solares, representaba alrededor del 95% de la energía fotovoltaica suministrada a las redes de los 30 principales países productores de energía solar del mundo. El informe también afirmaba que Xinjiang fabricaba alrededor del 18% del volumen comercializado mundialmente de productos de tomate procesado y que una de cada cinco prendas de vestir fabricadas en todo el mundo contenía algodón procedente de Xinjiang.
(Con información de Reuters)