El gobierno de Javier Milei votó en contra de un proyecto impulsado por una coalición de países árabes, Venezuela y Nicaragua, entre otros, para declarar al Estado de Palestina miembro pleno en la ONU, que se puso a discusión en la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York. La ofensiva de ese bloque internacional se dio en momento en que Israel es cuestionado por su ofensiva contra los terroristas de Hamas, que operan en Gaza, desde donde se originó el ataque contra población civil que dejó más de un millar y medio de civiles asesinados.
Se trató de un giro diplomático de la tradición argentina de apoyar los reclamos palestinos, que responde a una política exterior que está definida por un alineamiento sin grises con Estados Unidos e Israel. Esta concepción, que viene siendo ejecutada desde el 10 de diciembre pasado, tuvo esta semana una confirmación en el acto que el Presidente encabezó en homenaje a las víctimas del Holocausto. “Tomar partido no es una opción entre otras, sino una obligación moral”, afirmó.
Según pudo saber Infobae, el embajador argentino Ricardo Lagorio -un diplomático de extensa trayectoria que es representante argentino en la ONU- fue el encargado de expresar el rechazo de la Argentina a la iniciativa, que si bien surgió desde el mundo árabe, cosechó apoyos en América Latina, de países como Venezuela, Colombia y Nicaragua, donde actúan regímenes de izquierda.
Es un voto que modificó una tradición que venía siendo sostenido por la Argentina en apoyo de los reclamos de Palestina, país que tiene en Buenos Aires una representación diplomática.
Lo cierto es que el gobierno de Milei votó junto a otros 9 países en rechazo a las pretensiones de la coalición de países que se encolumnó detrás de la posición del mundo árabe: además de Israel y Estados Unidos, figuran la República Checa, Hungría, Micronesia, Nauru, Palau, Papua Nueva Guinea.
La votación en Naciones Unidas
La Asamblea General de Naciones Unidas votó este viernes por 143 votos a favor, el proyecto de resolución con el que buscó dar un respaldo político a las aspiraciones de Palestina para integrarse dentro de la órbita de la ONU, mediante la concesión de más derechos de representación. La declaración también incluyó una crítica a Estados Unidos por el veto aplicado en el Consejo de Seguridad.
Además de los votos positivos y negativos, también hubo 25 abstenciones: Albania, Austria, Bulgaria, Canadá, Croacia, Fiji, Finlandia, Georgia, Alemania, Latvia, Italia, Lituania, Malawi, Islas Marshall, Mónaco, Reino de los Países Bajos, Macedonia del Norte, Moldavia, Paraguay, Romania, Vanuatu, Reino Unido, Ucrania, Suecia y Suiza.
El Consejo de Seguridad, el principal órgano ejecutivo de la ONU, bloqueó a mediados de abril la incorporación de Palestina como Estado miembro de pleno derecho con el único voto en contra de Estados Unidos, por lo que la Asamblea General, donde están representados todos los países que forman parte de Naciones Unidas, buscó alinearse en contra de la posición norteamericana.
Palestina forma parte de la ONU en calidad de Estado observador no miembro, al mismo nivel que el Vaticano, pero si la iniciativa sale adelante tendría más representación y voz -que no voto- dentro de la Asamblea, según figura en el texto.
La resolución expuso que “el Estado de Palestina está calificado para ser miembro” y recomendó al Consejo de Seguridad que reconsidere el asunto”, si bien no puede forzar a dicho órgano para que lo haga. El texto, recogido por la agencia de noticias Europa Press, “reafirma el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación”, lo que pasa por su “derecho a un Estado de Palestina independiente” y “el fin de la ocupación israelí”.
Los países promotores, sin embargo, han introducido un matiz dentro del articulado para dejar claro que este gesto hacia los palestinos es “excepcional” y “no fija un precedente”, ante el aparente temor de determinadas potencias de que otros territorios cuya soberanía sigue aún en disputa, como puedan ser Taiwán, Kosovo, puedan reclamar también un marco equiparable. A esto se agrega la preocupación en el ámbito diplomático argentino de que ese voto pueda afectar de algún modo el reclamo por la soberanía de Malvinas, ante la ocupación inglesa.
La Asamblea General ya se pronunció en varias ocasiones desde el inicio de la escalada del conflicto en la Franja de Gaza y en diciembre reclamó un alto el fuego con más de 150 votos a favor. Para la votación de este viernes, se prevé un resultado similar o incluso superior, por encima en cualquier caso de los dos tercios de un órgano que cuenta con 193 miembros.