En medio de un sinfin de celebraciones de cumpleaños por parte de íñigo Onieva y nuevos e insistentes rumores de embarazo que la propia Tamara ya ha desmentido, la pareja sigue disfrutando de esta eterna luna de miel que están viviendo once meses después de convertirse en marido y mujer.
Aunque la relación entre Tamara e Iñigo Onieva parece afianzarse cada día, lo cierto es que aún quedan algunos trámites entre ellos que aún no han realizado. El pasado domingo pudimos ver cómo tanto Tamara como íñigo ejercían su derecho al voto pero lo hacían en colegios electorales diferentes, un dato que dejaba en evidencia que por el momento el empresario sigue empadronaado en el domicilio familiar de Carolina Molas en La Moraleja.
Presumiendo nuevamente de maravillosa relación entre madre e hija, Tamara acudió a las urnas junto a su madre, Isabel Preysler, que se mostró bastante desorientada en cuanto al protocolo a seguir en las votaciones. Tras su llegada al coelgio electoral, la ‘reina de corazones’ le preguntaba a su hija dónde debía ejercer su derecho al voto y es que no recordaba en qué mesa debía hacerlo. Con la ayuda de Tamara, que le indidó los pasos a seguir, ambas introdujeron su voto en las urnas insistiendo en la importancia de este gesto: “Claro, por supuesto”.
Por su parte, Tamara también matizba que no había ido a votar junto a su marido sino que lo había hecho al mismo tiempo que su madre: “No, no, estoy viniendo con mi madre”. Encantada con el nuevo miembro que se ha unido a la familia hace tan solo unos meses- el hijo de Ana Boyer y Fernando Verdasco- Isabel comentó: “Mi nieto es riquísimo”. Finalmente, Isabel aprovechaba la ocasión para mostrar su cansancio en cuanto al enfrentamiento público que mantiene con Carmen Lomana: “¡Ay, por favor!”.