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En el marco del Foro “Por una CDMX Segura”, organizado por el Observatorio Nacional Ciudadano, Santiago Taboada compartió su estrategia contra la extorsión, destacando que va por el “desmantelamiento y no por el descabezamiento” de las organizaciones delictivas, con el objetivo de erradicar este delito que afecta especialmente a las alcaldías Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero.
El candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad de México fue claro en su intención de terminar con los grupos dedicados a extorsionar: “Yo voy por pegarles en donde más les va a doler”.
Concretamente, el abanderado del PAN-PRI-PRD propuso la creación de un equipo especial cuya función sea neutralizar a las bandas delictivas dedicadas a la extorsión.
Para llevar a cabo esta estrategia, sugirió la formación de dos unidades policiales con enfoques distintos: una dedicada a investigaciones e inteligencia y la otra enfocada en mermar la estructura económica de dichas organizaciones.
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Taboada puntualizó que tomar medidas contra la extorsión es vital ante la relación que tiene con otros delitos graves como el secuestro, la trata de personas y el homicidio. Desde su perspectiva, desestimar esta dinámica criminal podría intensificar la violencia en la ciudad.
Esta es la estrategia de seguridad que propone Santiago Taboada
Santiago Taboada ha sido enfático en su propuesta de blindar a la Ciudad de México frente a la inseguridad. En términos generales su plan para lograrlo se basa en cinco ejes.
El primer aspecto clave de su estrategia, denominado “Cuidar a quien nos cuida”, se centra en la importancia de valorar y dignificar el trabajo realizado por los miembros de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
En ese sentido se comprometió a asegurar remuneraciones justas, condiciones de trabajo adecuadas y el suministro del equipo necesario para los policías, capacitación constante y evaluaciones continuas para mantener su profesionalidad y el respeto por los derechos humanos. En particular, puntualizó la necesidad de eliminar la práctica en la que los agentes deben costear sus uniformes, garantizando proveer todo lo requerido para facilitar su labor eficientemente.
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En su segundo pilar, “Cercanía y confianza”, Taboada busca fomentar un nuevo vínculo entre la policía y la sociedad, fundamentado en la proximidad y confianza mutua.
Propone la organización policial por medio de microcuadrantes para optimizar la atención y respuesta frente a las demandas de seguridad de la población, sumado a la implementación de programas de prevención del crimen, con un enfoque particular en la tolerancia cero hacia la violencia de género.
El tercer eje, “Tecnología e inteligencia”, destaca la relevancia de aplicar tecnología avanzada y estrategias de inteligencia policial en la lucha contra la delincuencia. Taboada sugiere potenciar las capacidades de investigación haciendo uso del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) y la unidad de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para identificar patrones criminales y prevenir delitos en distintas zonas de la metrópoli.
El cuarto eje, “Estrategia especializada contra el crimen organizado”, refleja el compromiso de Taboada por desarticular las organizaciones criminales presentes en la ciudad, con una política enfocada en la eliminación de redes dedicadas al secuestro, la extorsión y la distribución ilegal de sustancias. Se compromete a recuperar las áreas más golpeadas por la violencia y a mejorar la inteligencia policial para enfrentar estos crímenes de manera más eficaz.
Finalmente, en el quinto y último eje, “Una Fiscalía que funcione”, se aborda la necesidad de contar con una Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México autónoma e íntegra, que asegure la justicia y los derechos humanos. Taboada se compromete a seleccionar cuidadosamente a los próximos fiscales, verificando su dedicación a la justicia y la protección de las víctimas.
